Las películas del ciclo Centroamérica Siglo XXI, que se proyectan en el Teatro CAJAGRANADA los próximos martes, miércoles y viernes, contarán con la presencia de sus directores
Excelente acogida de dos las películas centroamericanas proyectadas durante el fin de semana en el Teatro CAJAGRANADA, con más de un centenar de espectadores
Continúan las proyecciones de Cines del Sur en el Teatro CAJAGRANADA, con el ciclo Centroamérica Siglo XXI, cuyas dos primeras películas fueron muy bien acogidas por el público que, el sábado y domingo, acudieron puntualmente a la cita con estas ventanas abiertas a la realidad cinematográfica del continente centroamericano.
A lo largo de los próximos días, Cines del Sur no solo proyectará películas, si no que propiciará el encuentro de los espectadores con los cineastas que las han filmado. Es uno de los objetivos de un Festival que busca acercar a los aficionados al cine al proceso creativo, hacerles partícipes de lo que supone filmar películas en la Centroamérica contemporánea y, además, hablar sobre la realidad social de los distintos países del continente.
De esa manera, y tras la proyección hoy lunes 5 de junio de “Princesas rojas”, la película del martes 6 de julio, “Palabras mágicas (Para romper un encantamiento)” contará con el diálogo entre José Sánchez Montes, director de Cines del Sur, y la directora de la película, Mercedes Moncada, cineasta de madre española y padre nicaragüense, que ha pasado su vida a caballo entre España, Nicaragua y México, países de cuya influencia se nutre su trabajo cinematográfico.
El documental cuenta la historia de una quimera. Y es que para muchos nicaragüenses la década de los ochenta tuvo un significado muy especial. Por un momento en la historia, con la llegada del Frente Sandinista de Liberación Nacional, se pensó que el pueblo de Nicaragua podría tener la libertad de diseñar el mundo en el que quería vivir tras el fin de la dictadura militar de la familia Somoza. Pero todo fue una quimera. Una historia que parte de la imaginación infantil donde la muerte es romántica y heroica, y que luego crece con el amor más profundo y hermoso, el dolor de la pérdida, pasa por la traición y finalmente llega al vacío.
Palabras mágicas es el documento que transporta al espectador a ese mundo donde todo era posible, desde la perspectiva emocional que Mercedes Moncada hace de la Revolución Nicaragüense.
El miércoles 7 de junio se proyecta “El cuarto de los huesos”, de la directora Marcela Zamora, y habrá un coloquio sobre cine salvadoreño con el cineasta Andrè Guttfreund, quien conversará con José Sánchez-Montes sobre una película que muestra una mirada incisiva que ahonda en la tragedia de la violencia que se vive en El Salvador a través de los huesos de sus víctimas. Durante la última década las personas asesinadas en el Salvador se cuentan por miles. El film sigue a las madres de las numerosas víctimas salvadoreñas: a consecuencia de la guerra de pandillas, inmigrantes que desaparecieron antes de conseguir sus sueños en los Estados Unidos, o procedentes de la sangrante Guerra Civil que se vivió en el país de 1980 a 1992. Los familiares buscarán entre estos huesos los cuerpos de los que han perdido y que se acumulan a diario en la morgue.
“El cuarto de los huesos” sigue la titánica lucha de los antropólogos forenses en su intento por dar a estos huesos, la mayor parte de las veces incompletos, una identidad que traiga algo de consuelo a las familias de los desaparecidos.
Y el viernes 9 de junio es el turno de “One dollar. El precio de la vida”, un filme panameño de Héctor Herrera y Joan Cutrina. El primero de ellos mantendrá conversación con Jesús Lens, crítico cinematográfico y director de Granada Noir.
El título de la película hace referencia a la Panamá de 1998, cuando por un dólar podías comprar un gramo de cocaína, hacerte con una dosis de crack, o incluso probar la última sustancia de moda, “el pegón”, que mezcla marihuana, con ácido de batería y gasolina, entre otros componentes. Diez años después de la denominada Operación Causa Justa, un número indeterminado de armas están repartidas entre la población panameña.
El documental de Héctor Herrera y Joan Cutrina se sumerge en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad de Panamá, donde las bandas pugnarán por el control de las armas y el tráfico de estupefacientes. A través de sus tres capítulos, One Dollar, el precio de la vida refleja la violencia diaria en las calles panameñas, en la que cualquiera puede morir o convertirse en un delincuente, además de presentar en primera persona cómo opera una de las bandas juveniles más peligrosas.
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