Trayectos es el proyecto en el que actualmente estoy trabajando. Este ciclo empezó hace aproximadamente un año, cuando llegué a esta isla, tras de cierto estancamiento creativo.
El Trayecto parte desde dos puntos de vista diferentes.
El aislamiento en que me he sumergido para poder volver a retomar un camino en el que me sienta cómoda. Todo tras un etapa personalmente complicada, donde decidí alejarme mi tierra natal, para poder volver a la continua investigación, que es siempre la labor de un pintor. Esta isla me ha ayudado a observar mi propias creaciones con perspectiva. Un viaje hacia un replanteamiento de la obra.
La otra faceta del Trayecto se desarrolla entre las lindes de la exploración matérica, que me persuade a no terminar la obra de inmediato, a diferencia de un estadio anterior donde el uso de acuarelas, tintas y rotuladores daban rienda a mi impaciencia. Hoy, intento poner en pie aquellos conceptos que, aunque en la universidad llegué entender, mi forma de ser no me permitía plasmarlos. Sucede así una mayor preocupación por la materia pictórica (fundamentalmente óleo y grafito, con la incorporación en ocasiones de collage), la mancha, el color, la luz, la composición, el encaje y el dibujo. Residualmente de la etapa anterior se queda el mismo soporte, el papel.
En cuanto a la temática, abordo una vez más «lo cotidiano», atreviéndome a otorgar más protagonismo a la figura humana. La temática costumbrista me ayuda a expresar quién realmente soy, una persona sencilla, algo desordenada, a la que le gusta la comida y le abruma este mundo lleno de información, de extravagancias. Pretendo ser sincera con mi trabajo y Trayectos, en definitiva habla una yo más madura, pero a la que aún le queda un largo recorrido personal y profesional.
Menchu
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