José Luis Campos, autor de la exposición Renacer, nace en Granada en 1966. Realiza su labor profesional como profesor de Secundaria y Bachillerato en el Colegio Escolapios Genil, de Granada, que compagina con el desarrollo de su obra.
La pintura de la intimidad
Todo lo que miro me mira. Novalis.
La pintura de José Luis Campos cuenta nuestra propia vida. No se trata solo de poner palabras a las combinaciones del color o a las sensaciones que te transmite la urdimbre final que se nos ofrece. Se trata de otro asunto.
Los cuadros que se van a exponer nombran la realidad. Ahora bien, ponen nombre a la materialidad que pertenece al mundo de lo que nos sostiene pero no podemos ver. Y, no me refiero al interior del artista. Porque no creo en ningún interior del artista. De lo que susurran estos cuadros es de historias mínimas y ancestrales que nos conciernen a todos los que estamos en el trajín de lo cotidiano. Es por tanto, con la otra parte de la realidad con lo que nos vincula estos cuadros. ¿Qué es sino una hendidura, que en el centro del cuadro titulado Renacer, lucha por apartar a los lados el blanco que nubla porque nada tiene escrito? ¿No es el pequeño vacío por donde se podrá construir otro tiempo? La aleación de emociones, de sentimientos o de color, está al servicio de la mirada de quienes nos vamos a acercar a los cuadros. Porque son llamaradas que unas veces bajan al sótano donde duermen las heridas, y otras lamparillas para honrar el misterio del encuentro, o del volver a vivir tras atravesar los estertores de los barcos a tientas en el temporal. Las imágenes de estos cuadros me traen a mi intimidad aquí conmigo, y a otras fotografías mías que erraban por ahí en algún pliegue de mi fuente y mi plaza de cinco años o de mi amor como a nadie de mis veinte. La seducción de estos cuadros la emparento con aquello que el pensador G. Bachelard llamaba el ensueño: esta pintura de la exposición Renacer me entreabre el tragaluz del cofrecillo de la ensoñación transformadora. Lo que se agradece, ahora que el tiempo líquido, que diría Z. Bauman, nos ha metido en una espiral ciega de ´presentismo´ totalizador y desalmado.
Si los cuadros que componían Luz de un sueño eran un monólogo interior y el planteamiento de un trazo en el horizonte que permitiera seguir pintando, Ojalá una miradaera, obviamente, un intento de diálogo con unos ojos que pudieran sostener el desconsuelo. Ahora llega, y lo agradecemos mucho, otra entrega. Con ella, otra historia, otro paisaje. Renacer: como una conversación de quien sale del vientre de la ballena y e atreve a desenrollar y desplegar su propia mirada a un sueño con otras luces como recién traídas de un oasis que está empezando a vivir.
Antonio J. Caballero
“La tierra, el aire, el agua y el fuego habitan el tiempo. Renacer sobre las raíces de uno mismo para caminar, volar, flotar y arder distinto. Estreno de colores infinitos e inacabables formas que regalan pinturas a universos nuevos”
Belén Sánchez
No pensé
hasta que tú me hiciste pensar
cómo caminar sin tiempo
y cómo el tiempo alcanza a la realidad
No pensé
hasta que tú me hiciste pensar
y si la mejor ciudad ni existe
tan solo dependa de cómo tú la quieras mirar
Marta Morillas Molina
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