La magia de un instante cotidiano.
Se ha dicho que el ser humano usa la imaginación para consolarse de lo que no es, y utiliza el sentido del humor para consolarse de lo que es. Imaginación y sentido del humor que cuando se unen hacen de la realidad de cada instante cotidiano un mundo mágico y poliédrico.
Los instantes siguen teniendo vida propia después de haber acontecido, hasta tal punto que un artista cuando captura un instante no lo congela, no lo hiberna, lo siembra en los ojos que lo miran, en el corazón que lo interpreta y en el cerebro que lo entiende, para que a partir de ahí tenga vida propia.
En el cuento de Alicia en el país de las maravillas (1865), escrito por el matemático Charles Lutwidge Dodgson, bajo el seudónimo de Lewis Carroll, la niña Alicia le pregunta al sabio Conejo Blanco: ¿Cuánto dura lo eterno?, y aquel le contesta: A veces sólo un instante.
José Vicente Jiménez Llopis (Guarromán, 1987) es ante todo un prestidigitador de instantes, que en vez de varita mágica utiliza un grafito, un bolígrafo o un rotulador.
Un mago que encuentra en el hiperrealismo de un instante la dimensión de lo cotidiano hecho eternidad, dándole la razón al Conejo Blanco del país de las maravillas en el que se sumerge la pequeña Alicia.
José Vicente, aunque se considera asimismo un artista visual autodidacta, se forma en la actualidad en el Ciclo Superior de Ilustración de la Escuela José Nogué, de Jaén, y admira el Renacimiento porque es un perfeccionista, como si tratara de diseccionar cada instante en el tramado de sus esencias, como Leonardo Da Vinci diseccionaba cadáveres para plasmar su anatomía en los dibujos ocres.
Pero Jiménez Llopis ha bebido de las fuentes de los grabados de Goya, Gustave Doré o Rembrandt, a la hora de distribuir la luz en sus obras, o en la utilización del tramado para lograr la profundidad.
Ha respirado también el aire de Vincent Van Gogh para lograr en sus últimos cuadros de los siete alcaldes de Guarromán una atmósfera serena e impresionista de unas manchas generadas con pinceles mediante los rotuladores.
Sin lugar a duda esta exposición de la obra de José Vicente Jiménez Llopis es una buena oportunidad para, a través de su hiperrealismo, reflexionar sobre la magia de lo cotidiano dormido en un instante.
José María Suárez Gallego
Cronista oficial de Guarromán
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